decapado limpieza y desengrase

Limpieza, decapado y desengrase. Cómo hacerlo bien

¿Estás ansioso por cubrir alguna superficie de metal que te incomoda la vista en tu hogar? ¿Alguno de los grifos necesita un aspecto más decente? No hay por qué desesperarse, la solución es tan simple como hacer un recubrimiento en tus objetos o superficies metálicas, pero antes debes considerar la opción de aplicar alguna clase de acondicionador, como puede ser el caso de un decapado de metales.

Los procedimientos de acondicionado son optativos en su mayoría. Sin embargo, existen casos en los que sí debes considerar este procedimiento antes de recubrir algún tipo de metal. Por esa razón, en este artículo te explicaremos la importancia de una buena limpieza, decapado y desengrase de tus piezas.

Te mostraremos los distintos procesos de limpieza con mayor profundidad, para que apliques el más adecuado.

Tanto el decapado como el desengrase sirven para la limpieza de los metales y son dos de los procesos de acondicionamiento más practicados. A continuación, te explicaremos cada uno detalladamente.

 

¿Qué es el decapado de metales?

 

El proceso de decapado de metales es la aplicación de varios mecanismos con los cuales se eliminarán las imperfecciones e impurezas de tus piezas de metal, como es el caso de las manchas, quemaduras o los óxidos.

El decapado – también conocido como desoxidado de metales – es un tratamiento que puede ser peligroso, ya que conlleva el uso de ácidos diluidos, especialmente sulfúrico o clorhídrico (aunque, según el caso, puede abarcar la utilización de ácidos fosfórico, nítrico, fluorhídrico, entre otros). 

Por esta razón, se recomienda tomar las medidas de seguridad pertinentes al momento de practicar el tratamiento, para evitar lesiones innecesarias.

 

¿Cómo se realiza?

 

Existen tres tipos de decapado, a realizar en función de las necesidades de tus piezas.

En el decapado químico se eliminan los óxidos de la superficie metálica, sumergiendo la pieza en cubas, con una solución química a altas temperaturas. Una vez que se introduce la pieza en la disolución, los ácidos que la conforman se introducen en las grietas de la superficie, a través de la cual van diluyendo la capa contaminante.

Los ácidos y químicos son los principales compuestos que actúan en este proceso. La duración dependerá del estado de la superficie de metal. Una vez que se extraen las piezas de la disolución, se deben lavar cuidadosamente con agua, para extraer los residuos.

Uno de los grandes beneficios de este método, es que el decapado químico produce un buen acabado superficial, dejando la superficie metálica lisa y uniforme.

También existe el decapado electroquímico, un poco más rápido que el químico. Garantiza un acabado de gran calidad, ya que es el componente eléctrico del proceso el que se encarga de regular la velocidad del proceso. 

Además, no deja manchas (como en el químico) ni marcas de abrasión (como en el mecánico).

Un tercer tipo de decapado es precisamente el mecánico, el cual se ejecuta mediante un chorro de partículas diminutas de acero. 

Durante el procedimiento, se limpia la superficie con operaciones de enarenado o granallado, a través de la utilización de materiales compatibles con el acero o simplemente inertes (arena silícea o corindón, por ejemplo). Esto debe revisarse muy bien para evitar cualquier contaminación metálica. 

En ocasiones, este tipo de decapado precede a las operaciones de tipo químico. 

Las ventajas del tipo mecánico sobre el químico es que durante el primero, la pieza no se fragiliza, además de que no es perjudicial para el medio ambiente (ya que no se utilizan productos ni agentes contaminantes).

 

¿Y qué es el desengrase?

 

El desengrase es una actividad vital en caso de que la pieza metálica esté sucia o manchada, ya que este método eliminará cualquier residuo de grasas y aceites superficiales.

Existen varios tipos de desengrase:

  • Con disolventes orgánicos
  • Por inmersión en soluciones alcalinas
  • Por emulsión
  • Por electrolítico
  • Por ultrasonidos

Depende de ti saber elegir el que mejor se ajuste a tus necesidades. El tipo de desengrase a practicar debe elegirse con base en las siguientes pautas:

  • Las características del aceite o suciedad que pretendas limpiar.
  • La clase de metal de las piezas.
  • El grado de limpieza requerido o el nivel de suciedad.
  • El número de piezas.
  • El impacto sobre el medio ambiente.
  • El gasto económico.

Para el desengrase de metales, se suele utilizar elementos como hidróxido sódico, carbonato sódico, cianuro sódico, entre otros. Junto a estos, se suele emplear una clase de agente tensoactivo, el cual se combina con todos los componentes anteriores en función de la superficie a desengrasar y el tipo de grasa a eliminar.

En ocasiones se puede necesitar un pre desengrase, para el cual deberán utilizarse disolventes orgánicos como el petróleo.

 

¿Es importante esta limpieza?

 

Ambos procedimientos se realizan como paso previo a la ejecución de los baños de recubrimiento, para limpiar todo el excedente impuro que se encuentre en el material y generar un mejor acabado del producto.

Por esta razón, te aseguramos que si es importante para lograr el mejor revestimiento posible para tu superficie. Con la ejecución del decapado y desengrase se concreta la limpieza de tus piezas metálicas, mejorandolas  estéticamente y preparándolas para un revestimiento que le dará más resistencia y extenderá su vida útil.

Si tu pieza lo requiere, no dudes en realizar un acondicionado. Un buen decapado de metales a tiempo puede restaurar un objeto que habías dado por perdido. Y si crees que puede resultar un proceso tedioso, no te preocupes. Nosotros ponemos a tu disposición nuestro equipo de profesionales, expertos en restauraciones, tratamientos de limpieza y recubrimiento de tus objetos metálicos valiosos. Así que ya no tienes excusas.

Los comentarios están cerrados.