barnizado de metales

Barnizado de metales

Las estructuras y soportes poseen un recubrimiento metálico que debe ser cuidado dada la posibilidad de desgaste. El barniz es una de las alternativas para evitar el deterioro de los objetos metálicos gracias a su alta fiabilidad y las propiedades que la caracterizan. Es por esto que debes conocer más acerca del proceso de barnizado. En este artículo te enseñaremos todo lo que debes conocer con relación al barnizado de metales.

 

¿Qué es barnizar?

 

El recubrimiento metálico no lo es todo. A veces no es suficiente para combatir los efectos corrosivos que conlleva la exposición al medio ambiente. Para prevenir daños producto de la corrosión, uno de los métodos más eficaces es realizar un barnizado, que crea una capa transparente en el metal para evitar daños productos de la oxidación.

Cada barniz sobre metal se adapta a una condición específica. Sin embargo, todos comparten puntos en común:

  1. Son anticorresivos.
  2. Resisten el deterioro.
  3. Generan un revestimiento duradero.
  4. Prolongan la vida útil de las estructuras metálicas.
  5. Protegen de la humedad y otras manifestaciones externas negativas.

Ya conoces las virtudes de aplicar a tiempo el barniz. Sin embargo, lo más importante que debes saber es el momento en que debes aplicarlo.

 

¿Cuándo necesito hacer un barnizado de metales?

 

Debes aplicar el barnizado cuando un determinado recubrimiento metálico no asegure la protección de tu producto. Un mantenimiento a tiempo garantiza el cumplimiento de ese resguardo, al tiempo que mantiene el buen aspecto de tu pieza.

Lo ideal es barnizar después de aplicar tratamientos como un baño de oro, cobre o níquel, e incluso tras el pulido de piezas (que no esté seguido de ningún baño de metal).

 

¿Cómo es el proceso de barnizar?

 

Tanto rejas como candelabros, lámparas, perillas, grifos o cualquier objeto metálico pueden barnizarse, ya sea con un barniz específico para cada pieza o con una laca especial.

Antes de comenzar, debes asegurarte de que las piezas se encuentren limpias de cualquier residuo. En caso contrario, el barniz no resultará efectivo, ya que no podrá adherirse de forma adecuada a la superficie. Por otra parte la laca quedaría distribuida de forma incorrecta.

Tanto el barniz como la laca especial pueden rociarse o añadirse directamente en la superficie con una brocha o rodillo. Incluso es posible realizar un barnizado electrostático. Consiste en rociar la laca con una pistola a las piezas, las cuales se sostienen en unos bastidores para, posteriormente, dejar que se sequen en un horno a 180ºC.

 

Tipos de barnices

 

Aunque los barnices para metales suelen producirse en forma de solución transparente, existen otras variantes como las mezclas negras y de colores, de brillos diferentes para el revestimiento, o con variantes en cuanto a su liberación. Basados en esta premisa, identificamos las diferentes clasificaciones:

Kuzbasslak o barniz bituminoso

Está formado con una base de betún (natural o artificial). Se caracteriza por la formación de una película fuerte sobre la pieza de metal, que protege el material de forma segura, especialmente a la exposición a productos químicos.

Lo que caracteriza a una solución de este tipo es su bajo precio, la garantía de contener propiedades anticorrosivas, al igual que mantener una gran protección contra la humedad y la resistencia a altas temperaturas.

Revestimiento a base de poliuretano

Este tipo de barnizado de metales se utiliza con la intención de agregar un recubrimiento confiable, especialmente en el interior de contenedores y tanques de metal.

Las ventajas que ofrece esta clase de productos es su alto nivel de adherencia, así como también su resistencia tanto al desgaste como a medios agresivos y el aumento de vida útil que le concede a las estructuras de metal.

Barniz de base acrílica

No te engañes: la base acrílica no disminuye la calidad en comparación a otros tipos de barnices. Uno de sus puntos fuertes es tasa elevada de secado del recubrimiento, por lo que suele aplicarse en productos que funcionan en entornos de alta humedad o que suelen estar en contacto con el agua.

Otras ventajas son el hecho de que no contener elementos tóxicos. Es a prueba de fuego y resiste muy bien la corrosión, así como las sales y los aceites.

Mezclas alquídicas

Esta mezcla se crea con la base de resinas alquídicas, unidas con varios aditivos. Se puede utilizar de forma regular o en aerosol, para más comodidad.

Como virtudes se destacan su gran resistencia a productos químicos domésticos, así como al calor y al agua. Son adecuadas para trabajos de construcción. 

Soluciones resistentes al calor para estufas y chimeneas

Su principal característica es su capacidad de soportar altas temperaturas (más de 250 ºC, siendo especialmente útil para estufas y chimeneas), además de poder usarse como aditivo para barnices alquídicos y soluciones a base de acrílico.

Laca “Tsapon”

Esta combinación genera un recubrimiento duradero, al tiempo que decora la superficie y permite el añadido de pigmentos de colores a su composición. 

Una mezcla de Tsapon es un tipo de nitrolac, especialmente recomendado para prevenir la formación de óxido. Con toda esta información en mente, considera el tipo de barnizado adecuado para tu superficie, así como la clase de barniz que debes aplicar.

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